CAMBIOS DEL DORMIR


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Una de las consecuencias que ha dejado la pandemia se refiere a las repercusiones en la calidad del sueño de muchas personas. Marcela Figueroa Solis, especialista en Neurología de Adultos, en Red Salud, nos explica sobre estos cambios y algunas recomendaciones al respecto.

Las cuarentenas, interrupción de rutinas, disminución de actividad física y vida social, los problemas económicos, de salud, familiares o laborales, junto a la incertidumbre de lo que sucederá con el COVID-19, ha generado repercusiones en la calidad del sueño de muchas personas.

 
 

Lograr un sueño reparador es fundamental para una buena calidad de vida; el mal dormir es un problema de salud mundial ya que puede generar cambios de ánimo, aumento en el riesgo de enfermedades y aumento de peso corporal.

Al dormir se realizan funciones vitales básicas para el organismo, indispensables para el buen funcionamiento físico y mental, por lo que, si estás sufriendo de insomnio, te recomendamos seguir estos consejos:

 

EVITAR LA AUTOMEDICACIÓN:

Nunca hay que usar el fármaco que recomendó un conocido ni el que fue recetado anteriormente. Esto porque muchos de los medicamentos para dormir tienen efectos secundarios y pueden ser más graves que lo que se quiere tratar.

 

DORMIR DE NOCHE Y VIVIR DE DÍA:

Hacer más cosas en las mañanas e ir bajando la actividad en la tarde.

EXPONERSE AL SOL Y LUZ SOLAR:

Al menos media hora, cada día, en la terraza o donde llegue el sol.

 

HACER ACTIVIDAD FÍSICA:

Ejercitarse activa hormonas que hacen que el ciclo “día y noche” se empareje. Haz al menos media hora de actividad física durante el día, ya que durante la noche dificultará el poder dormir.

 

EVITAR EL CONSUMO DE SUSTANCIAS ESTIMULANTES EN LA TARDE:

Como cafeína, tabaco y alcohol.

LIMITAR LA EXPOSICIÓN A LAS PANTALLAS:

Si bien en estos momentos es más difícil por el teletrabajo o clases online, es ideal reducir la cantidad de horas que se usan. Desconéctate, al menos, dos horas antes de ir a dormir ya que el cerebro percibe la luz de las pantallas, como la luz solar, y crea un falso día.

 

NO TRABAJAR NI SOLUCIONAR PROBLEMAS FAMILIARES O PERSONALES EN LAS NOCHES.

 

NO HACER TELETRABAJO EN LA PIEZA Y MENOS EN LA CAMA:

No deben durar más de 40 minutos ni realizarse después de las 16 horas. Tampoco ponerse pijama, cerrar las cortinas y meterse dentro de la cama, es decir, no simular que es de noche.

 

LIMITAR LAS SIESTAS:

A estar recostados el cerebro tiende a pensar que es tiempo de dormir.

 

¡RECUERDA!

Debes dormir las horas necesarias (entre 7 y 9 horas por noche) y que ese sueño sea realmente reparador.

 

Además, hay que evitar la deuda de sueño, que consiste en dormir poco, o más tarde, debido a que al día siguiente no hay que despertar tan temprano. Esta practica estimula procesos inflamatorios y genera desregulaciones del nivel de azúcar y del apetito.

 
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